Cuando viajamos, una de las decisiones más importantes que debemos tomar es el tipo de alojamiento en el que nos vamos a hospedar, puesto que cada uno nos ofrecerá algo diferente: los hoteles nos brindan una atención profesional y los hostales un contacto más directo con los propietarios y otros huéspedes. ¿Y cuál es la ventaja de los apartamentos turísticos y casas rurales? La libertad. Como la de disfrutar de un domingo de barbacoa al sol junto a amigos o familia en el jardín de la Casa el Canijo, una opción perfecta donde alojarse en Doñana.
Doñana es un paraíso. Se trata de una de los espacios naturales protegidos más grandes de Europa y con una mayor biodiversidad. Por lo que intentar visitar el parque en tan sólo un día es una tarea imposible. Son varias las opciones donde alojarse en Doñana que se reparten por los municipios de Almonte (incluyendo El Rocío y Matalascañas) e Hinojos, donde se encuentra Casa el Canijo, estancia que hoy recomendamos desde Habla de Huelva.
Esta casa rural, ubicada en la tranquila urbanización Entrepinos, a un par de kilómetros del centro de Hinojos y rodeada de un extenso pinar que recibe el nombre de El Arrayán, permite visitar algunos de los puntos imprescindibles para explorar el parque de Doñana, como el cercano Centro de Visitantes Los Centenales y realizar actividades al aire libre, como la observación de aves.
La urbanización Entrepinos nada tiene que ver con aquellas en las que se amontonan adosados o casas prácticamente idénticas. Esta se conforma por varias docenas de casas con una extensa finca que da la sensación de encontrarse en plena naturaleza. De hecho, en el terreno que circunda Casa el Canijo podemos ver pinos, olivos, árboles frutales, higueras… configurando un paisaje donde el verde es el gran protagonista.
En total, son más de 1000 metros cuadrados de jardín en el que disfrutar de una gran piscina durante los días de verano, relajarse en una hamaca entre dos altas palmeras, o jugar con los niños en los columpios.
Otro de los puntos fuertes de Casa el Canijo es una extensa zona de barbacoa y horno de leña con todo lo necesario para pasar el fin de semana asando carnes ibéricas o pescados de la costa. Y es que, además, junto a esta zona hay disponible una larga mesa y una barra anexa (con nevera de arcón) en la que el resto puede degustar la comida mientras los abnegados cocineros hacen su arte.
La casa también cuenta con un magnífico porche con mobiliario exterior en el que desayunar con el primer sol de la mañana o cenar en las frescas noches de verano, cuando la temperatura se torna suave y el cielo se ilumina por miles de estrellas.
Además, en Casa el Canijo también es posible celebrar eventos de todo tipo, como cumpleaños, bautizos, comuniones y hasta bodas, si el número de invitados es reducido, en los que disfrutar de la finca y el área de barbacoa.
Cuando nos hospedamos en una casa rural, queremos que la decoración de la misma vaya en consonancia con el entorno. En Casa el Canijo, todos los elementos decorativos van en esa línea, destacando antiguos objetos de labranza, grandes vasijas y botijos, centros de mesa con piñas y secas y, por supuesto, una gran chimenea que domina la estancia y frente a la que es fácil quedarse embelesado contemplando las llamas en una fría tarde invernal.
El salón tiene techos altos, por lo que ofrece una agradable sensación de amplitud, y conecta mediante una escalera con un doblado superior en el que encontramos varias camas individuales, idóneas si viajamos con niños.
En total, Casa el Canijo ofrece 6 plazas, que se completan con dos dormitorios en la planta baja, ambos con cama de matrimonio. Sendas habitaciones cuentan con amplios armarios y mesitas de noche y están decorados con gusto. El descanso aquí, sin más ruido que el canto de los pájaros al alba, está más que asegurado.
El baño, ubicado entre los dos dormitorios de la planta baja, es grande y tiene todo lo necesario, y la cocina es una bonita estancia de estilo italiano a la que no le falta de nada. Cuenta con todo tipo de utensilios, sartenes, ollas y electrodomésticos.
Más allá de todos los servicios y comodidades que ofrece un alojamiento, lo que realmente da valor a la estancia son las experiencias que se viven en ella. Y en Casa el Canijo son muchas las que podemos compartir con amigos, familia o pareja. Además de la posibilidad de visitar un espacio natural único como es Doñana, patrimonio onubense que debemos mimar para las futuras generaciones, hospedarnos en una casa rural como esta nos permite vivir unos días en contacto con la naturaleza, olvidando las preocupaciones diarias, el móvil, el correo electrónico y hasta el gimnasio.
Nada de eso tiene cabida cuando descansamos ante una chimenea crepitante en invierno, nos zambullimos en una piscina durante los días más calurosos del verano, jugamos hasta quedar agotados en el césped con los niños, o simplemente contemplamos cómo el sol cae en el horizonte cada tarde.
Ese es el valor adicional que encontramos en un lugar como Casa el Canijo, una opción perfecta donde alojarse en Doñana en la que respirar la paz y el sosiego de un entorno auténticamente rural.
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Periodista y Doctor en Comunicación. Enamorado de Huelva, de sus pueblos, sus paisajes, su gastronomía y su gente. Y con un objetivo claro: hacer de mi tierra el próximo destino de mucha gente.
2 comentarios. Dejar nuevo
¡¡Felidadades Jesús por este artículo!! Convences y enriqueces sobre esta bella tierra como es Huelva y su provincia.
Gracias Virginia! Entre todos conseguiremos que Huelva esté en el lugar que se merece