La Semana Santa es una de las citas del año que más fervor despierta entre los onubenses. Pero no sólo en la capital. El resto de municipios de la provincia vive de forma intensa estas fechas, echándose a la calle para arropar a sus cofradías en sus respectivas estaciones de penitencia. Como es el caso de Aroche, cuya Semana Santa destaca por su valor histórico, cultural y artístico. En este artículo descubrimos el encanto cofrade de este pequeño pueblo serrano, que puede presumir de una idiosincrasia y estética muy particulares.
Cualquiera que haya paseado por las estrechas callejuelas de Aroche puede imaginar el atractivo de disfrutar de su Semana Santa, con sus pasos procesionales recorriendo entre nubes de incienso un itinerario repleto de empinadas cuestas empedradas y lugares pintorescos. Ese es uno de los valores más destacados de la semana de pasión arochena, el incomparable entorno de postal en que se desarrolla.
Pero no es el único. A pesar de ser una localidad de algo más de 3.000 habitantes, sorprende la cantidad de cofradías existentes, con procesiones casi todos los días, incluyendo el viernes de Dolores. Precisamente, la imagen de la Virgen de los Dolores, patrona de Aroche, es una de las más veneradas del pueblo así como la de mayor valor artístico.
Fotografía de Tomasz Palluch
Datada en 1768, es obra de Benito Hita y Castillo, un prolífico imaginero andaluz responsable de numerosas tallas en la provincia de Cádiz, Huelva y Sevilla. En ese mismo año es la constitución de la hermandad, que nace como filial de la Real Hermandad Servita de Sevilla. Dos siglos y medios más tarde, la Virgen de los Dolores procesiona por las calles de Aroche el viernes previo a la semana de pasión, el Miércoles Santo y el Viernes Santo, cuando lo hace acompañando al Santísimo Cristo Yacente con un sobrio conjunto de terciopelo negro.
La Virgen de los Dolores se relaciona asimismo con otra de las imágenes más populares de Aroche, la del Cristo de la Humildad y Paciencia. Esta imagen es la única que no encuentra albergada en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, ya que ocupa una pequeña ermita llamada del Cristo ubicada junto a una de las puertas de la muralla. El Miércoles Santo, la procesión de los Dolores llega a este templo y acompaña al Cristo hacia la iglesia parroquial, desde donde volverá a procesionar el Jueves Santo. Tradicionalmente se ha creído que esta preciosa talla es obra de José Mora, de la escuela granadina, aunque recientes investigaciones sostienen que podría pertenecer a Pedro Roldán, de la escuela sevillana.
El Jueves Santo, a partir de las 22.30, también realiza su estación de penitencia por las calles del pueblo el Jesús Nazareno, otra imagen de bellísima factura del siglo XVIII y obra de la escuela sevillana.
Fotografía de Tomasz Palluch
Por último, el Viernes Santo por la mañana se desarrolla la procesión del llamado Cristo de los Niños, nombre que recibe al ser niños los costaleros que portan esta imagen policromada del siglo XVI. Por la tarde, la Virgen de los Dolores vuelve a recorrer las calles de Aroche junto al Cristo Yacente tras el Sermón de las 7 Palabras y del Descendimiento celebrado en la iglesia a las 18.00.
Aunque los días grandes de la Semana Santa arochena son los del último tramo, también hay actos el Domingo, con la procesión de Ramos y una Santa Misa en la ermita del Cristo, y el Martes Santo, cuando tiene lugar una Via Crucis en el que los vecinos de la localidad siguen a la Cruz por las calles de Aroche.
Fotografía de Tomasz Palluch
Tal y como hemos comprobado, el centro neurálgico de la Semana Santa de Aroche es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la cual alberga la mayoría de actos e imágenes que procesionan durante la semana. Este templo que comenzó a construirse en el siglo XV por encargo de los Reyes Católicos y que conjuga diferentes estilos arquitectónicos a causa de las distintas épocas en las que se desarrolló su construcción (de hecho es una iglesia inacabada), ofrece una bellísimas estampas de los pasos saliendo a la calle por la puerta renacentista de las Flores, obra del aclamado arquitecto Hernán Ruiz II, así como en su diáfano interior coronado por bóvedas de crucería estrellada.
La Semana Santa en la provincia de Huelva es, además de una manifestación religiosa muy arraigada, una muestra artística, histórica y cultural de sus poblaciones que merece ser admirada en todas sus facetas. Como en otros municipios onubenses, en Aroche la tradición cofrade hace de la visita a la localidad una magnífica oportunidad para descubrir su legado y tradición en un entorno inigualable.
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Periodista y Doctor en Comunicación. Enamorado de Huelva, de sus pueblos, sus paisajes, su gastronomía y su gente. Y con un objetivo claro: hacer de mi tierra el próximo destino de mucha gente.