La Semana Santa es uno de los grandes eventos del año en Huelva. Miles de onubenses esperan con impaciencia el momento en el que las puertas de decenas de iglesias de la ciudad se abren de par en par y las imágenes de su Cristo y su Virgen comienzan su estación de penitencia entre nubes de incienso, acompañados por cientos de nazarenos en un sobrio desfile que se alarga durante horas. Las calles del centro se desbordan de un sentimiento cofrade muy arraigado en una semana de pasión que destaca por la belleza de sus imágenes y el paso de las cofradías por lugares únicos. En esta guía de la Semana Santa de Huelva 2017, hacemos un breve repaso por todas las cofradías que procesionarán durante estos días y os damos algunos datos básicos para sacarle el máximo partido a esta festividad cultural y religiosa onubense.
Las palmas que portan cientos de niños con sus túnicas rojas y blancas anuncian la llegada de la entrañable Borriquita. Esta cofradía con imágenes del escultor onubense León Ortega es la más joven de la Semana Santa de Huelva, al menos en lo que se refiere a la edad media de sus nazarenos. Su paso por las calles del centro, tras salir de la icónica Parroquia Mayor de San Pedro, contagia de espíritu festivo a los miles de personas que se congregan ansiosas de vivir el ambiente cofrade onubense.
El resto de cofradías del Domingo de Ramos llegan al centro de la ciudad procedentes de los barrios del Polvorín, San Sebastián y Huerto Paco. Impresiona el paso de misterio de la Sagrada Cena, sobre todo en las complejas maniobras que ejecuta en estrechas calles como Vázquez López y Rascón. Al igual que la salida de Los Mutilados, con sus nazarenos de túnicas blancas, de las puertas de la Parroquia de San Sebastián, en la que deben salvar con maestría varias rampas. Por último, la joven cofradía de la Rendención despierta el fervor de un populoso barrio que hasta hace algunos años no contaba con ningún paso recorriendo sus calles.
Otro de los días de la Semana Santa de Huelva con un mayor protagonismo de sus barrios. El Perdón realiza la estación de penitencia más larga desde el barrio de La Orden. En total, más de 12 horas de itinerario para una cofradía que presume de la belleza de su Virgen de los Dolores y su paso por los parajes del Conquero.
El Cautivo es el señor de la Hispanidad. A pesar de la sencillez de su paso, con el Cristo obra de León Ortega maniatado en solitario, se trata de uno de los más populares y admirados de Huelva, siempre mecido elegantemente por los compases de las Cornetas y Tambores de la Salud.
Pero el Lunes Santo onubense, al que pone el contrapunto de sobriedad la cofradía de El Calvario, no sería lo mismo sin Jesús de las Penas en sus Tres Caídas subiendo la cuesta que lleva su nombre, en una chicotá eterna, de esas que hacen apretar los dientes a sus costaleros hasta la cima, guiados por el aplauso multitudinario de la ciudad de Huelva, que cada año se congrega en este lugar para emocionarse con este momento único de la Semana Santa onubense
El Martes Santo de Huelva es de Pasión. La cofradía de San Pedro, una de las más multitudinarias de la ciudad, recorre con señorío las calles del centro, virando sin prisas en cada esquina, caminando despacio por el Paseo Santa Fe acompañado por cientos de nazarenos con túnicas moradas, y seguido por la bellísima imagen de la Virgen del Refugio, del siglo XVIII.
El Cristo de la Sangre de la cofradía de Estudiantes, un crucificado con su rostro girado a la izquierda, despierta el fervor de la comunidad universitaria y del barrio de San Sebastián, por el que camina con recogimiento en su regreso a la parroquia, sin más acompañamiento musical que un sobrio trío de capilla.
La Salud, la joven hermandad del barrio de Pérez Cubillas, presenta un único paso de misterio con numerosas imágenes, al igual que la Sagrada Lanzada, en el que destaca un imponente caballo alanceando al crucificado. Al paso de palio de la Virgen de los Dolores, una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa de Huelva, lo corteja una amplia comitiva de nazarenos y vecinos del barrio de Las Colonias.
Probablemente, el día grande de la Semana Santa de Huelva. Porque por sus calles desfilan las imágenes de la Victoria y la Esperanza. Sendas cofradías acumulan el mayor número de nazarenos (750 en la primera, y casi 1000 en la segunda), y despiertan el fervor de miles de personas que siguen sus pasos hasta la madrugada. Si la Victoria es reina y señora del Polvorín, barrio del que sale para cruzar el Barrio Obrero (uno de los momentos más emblemáticos de nuestra Semana de Pasión) en dirección al Centro; la Esperanza (única Dolorosa coronada de la provincia) se entretiene por las estrechas calles del centro y en su Plaza Niña, donde es agasajada con saetas y lluvias de pétalos. Además, la cofradía de la Victoria estrena paso de misterio con nuevas figuras secundarias (Herodes, Anás, Caifás y soldados).
Por otro lado, la cofradía del Prendimiento continúa haciendo de su único paso de misterio uno de los más impresionantes de Huelva, estrenando barnizado de los respiraderos y nuevos relieves en los laterales. El dramatismo de la escena, con el Señor del Prendimiento siendo traicionado por Judas escoltado por varias figuras, es espectacular. También está de estreno la hermandad de la Santa Cruz, que incorpora a su paso la figura de José de Arimatea y los faroles laterales.
El tono de los pasos procesionales del Jueves Santo se torna más sobrio. El crucificado de la Misericordia realiza su recorrido en absoluto silencio y recogimiento, mientras que la Buena Muerte representa en su sensacional paso de misterio (labrado en caoba y con detalles en plata) a un crucificado solitario, al que le sigue la Virgen de la Consolación.
También crucificado aparece el Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje de la cofradía de La Merced o Los Judíos, única de Huelva con 3 pasos junto al Santo Entierro. Todas las imágenes son anónimas y se remontan hasta el siglo XVIII. Completa el Jueves Santo la popular Oración en el Huerto, una cofradía vinculada a la Vera-Cruz, con una existencia que se remonta al siglo XVI.
Aunque el desplazamiento de El Perdón y la Misericordia a otros horarios ha reducido el número de hermandades que realizan su estación de penitencia durante la Madrugá, el fervor que despierta el Nazareno es tan grande que suple esta carencia de la Semana Santa onubense. La imagen del Cristo obra de Sebastián Santos es admirada por miles de personas que, a pesar las horas de procesión, lo acompañan en su paso por las calles del centro. De hecho, este año El Nazareno no desfilará por la Carrera Oficial. En lugar de eso, se recreará en las estrechas calles que rodean la Concepción, con los sones siempre bellos de su banda de cornetas y tambores.
Es momento para el recogimiento y el luto. El Santo Entierro recorre las calles desde la Ermita de la Soledad en silencio, con un cortejo de nazarenos compuesto por representaciones del resto de cofradías. La Soledad (también conocía como El Silencio) representa a la Virgen de la Soledad, una talla anónima del siglo XVI, sólo acompaña por la cruz desnuda. Por su parte, La Fe parte de Isla Chica con un bonito conjunto escultórico compuesto por el crucificado, María Magdalena, Nicodemo, José de Arimatea y los dos centuriones romanos. También es impresionante el paso de misterio del Descendimiento, del cual se puede disfrutar de una imagen única en el Paseo Santa Fe.
La Semana Santa de Huelva finaliza el Domingo de Resurección, con la procesión del Resucitado, una hermandad del barrio de la Hispanidad que aún no discurre por Carrera Oficial.
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Periodista y Doctor en Comunicación. Enamorado de Huelva, de sus pueblos, sus paisajes, su gastronomía y su gente. Y con un objetivo claro: hacer de mi tierra el próximo destino de mucha gente.